Esta es la primera receta dulce
que hicimos en pareja ya que es muy fácil de hacer, no hay más que mezclarlo
todo y al horno. Por si eso fuera poco es una receta que vale para desayunar,
de postre, merienda… además en verano lo puedes acompañar con un helado de
vainilla o en otras ocasiones cubrirlo con un poco de chocolate líquido y darle
otro toque. A decir verdad, es una receta sencilla que te puede sacar de más de
un apuro. Dicho todo esto, creemos que os hemos convencido y que no vais a
tardar mucho en probarlo. Pues… ¡manos a la obra!
INGREDIENTES:
Un sobre de levadura (nosotros utilizamos royal)
Un yogur natural (o de limón, en ese caso no se le hecha
limón natural)
Un vaso de yogur lleno de aceite de oliva suave
Dos vasos de yogur llenos de azúcar
Tres vasos de yogur llenos de harina de repostería (es la
que mejor sube)
Tres huevos
Un limón
Mantequilla sin sal o en su defecto aceite (para engrasar el
molde)
100-150g de nueces al natural
100g Chocolate negro para postres
ELABORACIÓN
Hay que empezar precalentando el
horno a 200ºC para que este a una buena temperatura cuando vayamos a introducir
el bizcocho.
Antes de nada picaremos un poco
las nueces y el chocolate. El tamaño ideal es como el de un dado pequeño
aproximadamente, para que reblandezca pero no se derrita y así haya pedacitos
de chocolate por el bizcocho.
Primero son los huevos, rómpelos
y bátelos con fuerza. Tienen que doblar su tamaño, quedando espumosos. Añade el
yogur; luego los dos envases de azúcar y mezcla fuerte. Hecha un sobre de
levadura y los tres envases de harina en forma de lluvia (tamizando) para que
la masa no se baje (ya que los ingredientes secos aplastan la masa) e intégralo
bien. El siguiente paso es agregar el aceite de oliva suave en un chorrito fino
e ir mezclando la masa al mismo tiempo. Si ves que te quedan grumos no tengas miedo
de darle un toque con la batidora eléctrica para que la masa quede lisa. Y una
vez la masa este echa le agregaremos la mitad de las nueces y el chocolate esparciéndolos
y removiendo un poco para que se integren bien.
Si has utilizado yogur natural
(si no es así sáltate este paso), perfuma con abundante ralladura de limón. Un
truco: ralla el limón tan solo una vez en cada zona, ya que si lo haces más
veces pueden caer trozos blancos de corteza a la masa que le dan un sabor
amargo al bizcocho.
Ahora toca engrasar el molde con
mantequilla o en su defecto con aceite, una vez hecho rellena el molde sin
pasar de dos tercios, porque al hornear la masa crece y podría rebosar y pon encima
el resto del chocolate y las nueces. El molde es preferible que sea rectangular
y firme, aunque nosotros tenemos uno rectangular de silicona y tampoco queda
tan mal.
En el horno es donde se tiene que
tener más cuidado, ya que cada horno es diferente y los grados aquí indicados
pueden variar un poco en unos 10ºC para arriba y para abajo. Hay que programar
el horno con calor arriba y abajo sin ventilador (ya que el bizcocho se podría
secar), y con la rejilla bien centrada con unos 170º-180ºC. El bizcocho tiene
que estar 40 minutos sin abrir el horno,
una vez pasado este tiempo y tenga aspecto de poder estar hecho, puedes abrir
el horno e ir pinchando el bizcocho con un cuchillo hasta que este salga limpio
o casi limpio. Una vez hecho, apaga el horno y déjalo enfriar paulatinamente
dentro con la puerta abierta.
Esperamos que sea de vuestro
gusto. ¡Buen provecho!
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