Esta receta que leeréis a
continuación, es la típica de cuando éramos niños, que nos recuerda a esas
fiestas de cumpleaños o celebraciones varias, y que ahora siendo más mayores
nos sigue gustando por su sencillez. También es de esas recetas que van pasando
de generación en generación, y que es ideal para hacer con los más pequeños, ya
que es muy fácil de hacer y no tenemos porque utilizar ningún medio de calor.
INGREDIENTES
2 paquetes de galletas María
200g de mantequilla sin sal a
temperatura ambiente
200g de azúcar glasé
2 yemas de huevo a temperatura
ambiente
250ml de leche
½ cucharadita de esencia de
vainilla
1 vaina de vainilla o 1 cucharada
de azúcar avainillado
ELABORACIÓN
Comenzaremos de un modo distinto
según qué tipo de vainilla vamos a utilizar. Si utilizamos una vaina
calentaremos la leche a fuego suave con media vainilla abierta, dejamos
fusionar, lo colamos y dejamos enfriando. Si utilizamos azúcar avainillado
mezclaremos el azúcar con la leche fría y lista.
Ponemos la mantequilla troceada
en un bol y batimos con una batidora de varillas o manualmente con paciencia
hasta que quede una crema homogénea. Añadimos el azúcar glasé poco a poco,
batiendo mientras tanto con una varilla y removiendo de forma envolvente de vez
en cuando con una lengüeta para que coja un poco de aire y quede más cremoso. Hecho
esto, agregamos las dos yemas de huevo, la esencia de vainilla y procedemos a
batir para que se integre, quedando una crema cremosa y consistente.
A continuación iremos mojando las
galletas María de una en una, por los dos lados y solo por dos segundos en
total (porque si no se deshacen), y las ponemos en el centro de un plato o
bandeja. La distribución para que quede en forma de flor es la siguiente: una
galleta en el centro y otras seis alrededor haciendo de pétalos. Una vez hemos
distribuido las galletas en forma de flor, cubrimos la capa con la crema ligera
y uniformemente. Hay que repetir esta operación otras cinco veces, es decir aremos
otras cinco capas o pisos (galleta-crema x6). Cuando tengamos todas las capas
listas cubriremos también los laterales.
Para que quede más vistoso
pondremos una galleta en el centro de la flor, trituraremos unas pocas galletas
(con la mano mismamente) y espolvorearemos los “petalos”.
Para terminar lo dejaremos
enfriando en la nevera como mínimo una hora, cuando está perfecta es a las 3
horas.
Por lo que… aguantamos un poquito
y ¡luego a disfrutar!
Hola!
ResponderEliminarpor fin he encontrado un hueco para pasarme por tu blog, que no sea sólo instagram! ;-)
Esta tarta tiene una pinta increíble, me encantan las tartas de galletas y además son tan sencillas de hacer que no hay excusa!
Que tengas un buen día!
Besos :-)
Muchas gracias!! Sí, es muy sencilla y rica la verdad. Sí que se hace difícil pasar por los blogs o páginas web, entre trabajo, ocio y todo... pero que siga habiendo huecos!!
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